Síndrome FOMO (fear of missing out), es el miedo a perderse algo, la percepción de que otros se lo están pasando mejor o que son más felices. Esto genera una emoción de envidia y puede afectar a nuestra autoestima.
Este fenómeno ha comenzado a estar más en auge debido al avance de la tecnología y al hecho de que cada vez tenemos más opciones de ocio, por ejemplo, más canales de televisión, más redes sociales, más entretenimientos…
Las nuevas tecnologías potencia que las personas se comparen más con los demás. Es como si tuviéramos un escaparate continuo de experiencias, lugares por visitar, artículos que comprar, cursos que realizar…

Muchas veces esas opciones están fuera de nuestro alcance, tanto por motivos economicos, tiempo , habilidades… Y podemos acabar con la sensación de que los demás están teniendo mejores experiencias y oportunidades que nosotros. Que se lo están pasando mejor, que son más felices o que están disfrutando más de la vida
En realidad esa sensación de no querernos perder nada ha existido siempre, y si no, pensemos en las veces que nos hemos quedado de fiesta en lugares que no queríamos estar por si al irnos pasaba algo interesante.
Hay varios estudios que concluyen que el síndrome FOMO es más intenso en gente joven, en varones y puede llegar a producir diferentes efectos, tales como:
-Sentimientos de inferioridad: Al compararnos continuamente con una “realidad virtual” en la que la gente solo enseña la parte divertida o atractiva de su vida, siempre saldremos mal parados si no somos capaces de separar la realidad de la “ficción” de las redes.
-Necesidad de realizar conductas poco adecuadas: En el intento de ser como aquellos a los que admiramos, podemos comenzar a comprar productos, ropa o demás cosas que no necesitamos o incluso desarrollar conductas que nada tiene que ver con nuestra forma de vida.
-Tener baja autoestima: La sensación continua de que podríamos tener algo mejor o estar en algún sitio mejor puede vincularse a una autovaloración más negativa de sí mismo/a.
-Sensación de vacío: Si esa sensación de valer menos, o no tener lo que nos merecemos continua, podríamos llegar a sentir vacio existencial.
-Mala gestión de la envidia: La envidia es una emoción que representa una relación triadica de desigualdad. Normalmente se presenta entre dos personas y un objeto perteneciente a una de las personas, mientras que la otra lo desea. Por la tanto, estamos ante una emoción donde surge la comparación social. Su función sería la de restaurar nuestro estatus frente a otros. La diferencia entre envidia buena o mala está en el hecho de desear el mal a la otra. En la buena nos centraremos en mejorar nuestro propio estatus y en la segunda intentaremos destruir el estatus de la persona a la que envidiamos.

CÓMO ACTUAR
1. Saber diferenciar lo que es real y lo que no. Ya lo dice el refrán “no es oro todo lo que reluce”. Hay que valorar nuestros logros y nuestra vidas. Si eso que ves en redes puede inspirarte para comenzar a enfocar tus acciones, bienvenido sea, pero no lo idealices.
2. Pasar a la acción en vez de estar constantemente pensando y planeando: Hay personas que tiene muy buenas ideas pero nunca las llevan a cabo. Ponte un objetivo real y comienza a dar pequeños pasos.
3. Ir paso a paso: En una sociedad en la que las redes nos enseñan la inmediatez de todo lo que deseamos, es necesario parar y hacer las cosas de una en una. Lo que vemos en redes a veces es el resultado de muchísimo trabajo que no han enseñado.
4. Metas grandes, objetivos pequeños. Centrarse en aquellas cosas que no conseguimos o que van a salir mal en cada situación no ayuda para conseguir lo que queremos. A veces pensar en grande nos hace ver el objetivo más lejano. Empieza por cosas pequeñas y el hecho de conseguirlas de dará fuerza para seguir.
5. Aprender a frustrarnos . La voluntad hay que ejercitarla. Es imposible conseguir metas sin haber renunciado a hacer cosas que nos apetecía que nos iban a generar una satisfacción inmediata. Pero el aprender a aguantar esa frustración de no poder salir con los amigos para poder estudiar al día siguiente nos ayudará a conseguir no lo queremos.
6. Disfrutar el momento. No hace falta estar en una playa paradisiaca para disfrutar del momento. Aprende a disfrutar de las pequeñas cosas.
7. Aceptar el hecho de que los demás estén disfrutando y nosotros no. Que la envidia sea siempre una emoción que nos ayude a ascender, no a descender a la otra persona.