Helen Fisher, neurobióloga nos habla en la entrevista sobre el amor. Los 3 circuitos cerebrales, el amor romántico, como elegimos a la persona que nos enamoramos, el amor a primera vista, el amor ciego, el poliamor, el dolor en el amor no correspondido y muchas más cosas.
Helen nos cuenta que cuando empezó su posgrado, se creía que todo el comportamiento era aprendido, que nada provenía de tu biología. No creía que fuese así, y cuando escribió su tesis, pensó que si había alguna parte del comportamiento humano que saliese de nuestro ADN, que fuese biológica, sería la de nuestros patrones reproductivos. Según la teoría de Darwin las personas a las que no se le daba bien apararse, los vínculos, el amor, el sexo, …. se extinguían, y a las que se les daba bien, perduraban.
De esta forma evolucionarían los diferentes mecanismos hormonales y genéticos del amor.
Esto le atrajo a Helen a estudiar el amor.
El amor: 3 circuitos cerebrales
El amor es una cosa diferente para cada persona. Helen cree que el amor deriva principalmente de tres circuitos cerebrales: El deseo sexual, el amor romántico y el apego.
Se trata de sistemas cerebrales diferentes.
El deseo sexual te hace buscar un abanico de compañeros.
El amor romántico te permite concentrar tu energía en uno solo.
El apego te permite quedarte con esa persona, al menos durante un tiempo.
La mayoría de gente que pregunta por el amor se refiere al romántico.

Rasgos del amor Romántico
Lo primero que pasa al enamorarnos es que todo cobra “un significado especial”. Todo en esa persona es especial (su coche, la calle en la que vive, la música que escucha…). Todo sobre él o ella se vuelve especial.
Después te focalizas en esa persona, sabes lo que no te gusta pero lo dejas a un lado y te centras en lo que te gusta.
Sientes una energía intensa. Puedes pasear toda la noche, hablar hasta el amanecer. Euforia cuando todo va bien. Cambios de humor, una desolación horrible cuando va mal. Reacciones corporales (boca seca, …).
Al escribir, ver un mensaje o llamarle se te acelera el corazón. Te flojean las piernas, sientes mariposas en el estomago.
Tienes una dependencia, te agobias, no dejas de mirar el teléfono.
Hay un deseo sexual, sientes una atracción física muy fuerte.
Las tres características principales del amor romántico según Helen son:
1-La obsesión (l@ tienes todo el día en mente).
2-Aunque quieres acostarte con esa persona, lo que ansías de verdad es una conexión emocional (que te llame, te escriba, que te proponga salir, que te diga que te quiere,…)
3-Motivación por conquistarle.
Lo que haces cuando estas enamorado es muy difícil de controlar.
“El amor es como la fiebre: nace y se extingue sin que la voluntad tome en ello la menor parte.” – Stendhal novelista Francés.

¿Cómo elegimos a la persona de la que nos enamoramos?
Es complicado, todos somos únicos, todos somos diferentes.
Helen nos cuenta que solemos enamorarnos de alguien de nuestro mismo entorno socioeconómico, mismo nivel general de inteligencia, con buen aspecto, mismo entorno educativo, mismo objetivos religiosos y sociales, económicos, reproductivos…
Pero la biología básica te atrae de forma natural a unas personas antes que a otras, Helen buscando sistemas cerebrales encontró cuatro sistemas que tienen importancia, los sistemas de la dopamina, la serotonina, la testosterona y los estrógenos. Cada uno de estos sistemas esta relacionado con un conjunto de rasgos de la personalidad.
De la química del amor ya hablamos en esIkigai en esta entrada. <-Haz click
A mi personalmente no me gustan mucho las clasificaciones de personalidad, pero vamos a ver las cuatro diferentes que realiza Helen.
Dopamina muy alta->Explorador
Buscan novedades y corren riesgos, son curiosas, creativas, espontáneas, enérgicas, mentalmente flexibles y se sienten atraídas por personas como ellas.
La gente curiosa y creativa quiere gente como ella.
Serotonina alta -> Constructoras
Tradicionales, convencionales. Siguen las normas, respetan la autoridad, les encanta planificar, los horarios y rutinas, suelen ser más religiosas y también les atraen personas como ellas. Lo tradicional atrae a lo tradicional.
Testosterona alta->Directores
Analíticos, lógicos, directos, decisivos, tenaces, escépticos. Se les dan bien las matemáticas, la ingeniería o la música. Se decantan por el tipo con estrógenos altos.
Estrógenos altos->Negociadoras
Piensan en contexto, a largo plazo, tienen imaginación, se les da muy bien leer la postura, los gestos, el tono de voz, son muy cariñosas, confían más y expresan más sus emociones.

En mi opinión es una clasificación curiosa pero simplista, nadie tiene solo serotonina alta o testosterona alta.
La mayoría de las encuestas de personalidad te meten en un cubo, pero el cerebro no funciona así. Puedes tener varias que predominen en ti, y puedes pasar de una a otra según tu educación, experiencias personales, experiencias vitales.
También puede haber rasgos que no cambien, que no seamos flexibles.
Aquí Helen menciona algo muy interesante, nos abre un melón. Se lee en redes sociales muchas frases de “si quieres puedes”, y realmente hay cosas que biológicamente no vamos a poder hacer bien. Podremos mejorar algo si nos esforzamos y trabajamos mucho en ello pero hay cosas que están en nosotros y no podremos hacer, ni dejar de ser. Tenemos parámetros, tenemos personalidades.
Cuándo te comportas “sin ser tú”, sufres.
El amor a primera vista
Helen y su grupo de investigación, sometieron a más de 100 personas a escáneres cerebrales mediante resonancia magnética y descubrieron que el amor romántico es una ruta primitiva muy básica que atraviesa el cerebro.
La fábrica principal que genera dopamina esta al lado de la que provoca la sed y el hambre que te mantienen vivo. El amor romántico te impulsa a formar una relación y colocar tu ADN en el mañana.
Como hemos dicho muchas veces en esikigai, el cerebro prioriza que sobrevivas y que te reproduzcas.
Al igual que el miedo se activa de repente, el amor romántico se puede activar al instante. A medida que crecemos, generamos un mapa inconsciente del amor. Una lista inconsciente y consciente de lo que buscamos en una pareja. Cuando llega el momento aparece alguien en un concierto, en la calle, en un museo, en una tienda, donde sea; que encaja en tu mapa del amor. Aquí podríamos decir que podemos caer y caemos en varios sesgos cognitivos, nuestro cerebro no puede racionalizar todo, hay miles de pensamientos automáticos.
La persona se acerca, te sonríe, tontea un poco contigo,… esto puede activar el circuito cerebral del amor romántico, y tú puedes enamorarte de forma inmediata.
En un estudio Helen nos cuenta que más del 50% de hombres y mujeres creen en el amor a primera vista y que lo han vivido. Tiene que darse el momento, la cercanía adecuada, la persona tienen que encajar en tu mapa del amor.
Estamos hechos para enamorarnos.
Los circuitos cerebrales del apego tardan mucho más tiempo en asentase, el apego lleva su tiempo. Tienes que conocer a la persona, saber mucho sobre alguien. A los meses aparece la conexión y el vínculo del apego.
El amor es ciego
La región cerebral justo detrás de la frente (corteza prefrontal), rige la toma de decisiones, la planificación. La actividad en esas regiones se desconecta para que puedas obviar todo tipo de cosas sobre esa persona.
Al desactivarse no hay un trabajo cognitivo para pensar: “espera, esta casado”, “un momento, vive en otro país, no va a volver, será un amor de verano”, …
Lo que sientes y llega a tu cabeza es: “¡que mono!, ¡que gracioso, que majo!, ¡que bien besa!,…”
Las regiones de toma de decisiones se van apagando.

Cambios en el amor en las últimas décadas.
Aunque ha avanzado la tecnología, esta lo que nos permite es hacer lo de siempre de una forma diferente. Cambia la forma de ligar, pero los circuitos cerebrales no cambian.
Según Helen lo que ha sido un cambio importante ha sido que las mujeres se han incorporado al mercado en culturas de todo el mundo. El 45% de los doctorados son mujeres en EEUU. Antes la única trayectoria posible para las mujeres era tener un buen matrimonio.
Poliamor
Estudios en adolescentes muestran una alta tendencia a estar abiertos al poliamor.
Los jóvenes experimentan con todo porque pueden, dice Helen. Práctican con el sexo y el amor. Mantienen los tres sistemas cerebrales que hemos explicado antes, claramente diferenciados (deseo sexual, amor romántico y apego).
Los jóvenes dicen: ¿por qué no podemos tener los tres?
Tengo un vínculo profundo con una persona, pero me siento atraído románticamente por otra, y ¡vaya!, hay una chica o chico muy mono en el trabajo, me encantaría acostarme con ella o con él, etc.
Según un estudio sobre poliamor con 5000 personas estadounidenses el 68% lo veían bien, pero solo el 6% o había prácticado.
El motivo según Fisher es que es difícil hacerlo. Cuando estás perdidamente enamorado te vuelves posesivo, es uno de los rasgos del amor romántico. No te gusta compartir.
Cuando les atrae otra persona quieren el romance y el vínculo, la libertad que les da. Lo interesante es que también quieren ser transparentes sobre el tema y para eso hay que ser adultos.
La diferencia entre un poliamoroso y un adúltero es que en el poliamor son transparentes. Se portan como adultos al respecto y eso es difícil, porque el animal humano es un animal celoso. Para una relación poliamorosa hay que pasar una enorme cantidad de tiempo hablando de ello, y tienen reglas.

¿Podemos estar enamorados de más de una persona?
Según Helen, no podemos estar enamorados de más de una. Puedes sentir amor romántico intenso por otro. Se puede sentir un vínculo profundo y luego cambiar al amor romántico con otra persona. Algo básico en el sentimiento del amor romántico intenso son los celos.
“El camino del amor es angosto, solo hay sitio para uno” – Kabir (poeta Indio)
¿Por qué es tan doloroso el amor no correspondido?
La gente se consume por amor, vive por amor, mata por amor y muere por amor.
Cuando pierdes a una pareja: Pierdes tus hábitos diarios, tu rutina, puedes perder el perro, la casa, económicamente, autoestima,… pero lo que has perdido de verdad es una pareja reproductiva la oportunidad de transmitir tu ADN a la eternidad.
Como superar este dolor
Es la pregunta del millón, todos queremos saberlo.
Algunas cosas que nos menciona Helen que pueden ayudar:
–Tratarlo como una adicción. Se ha demostrado que hay una región básica del cerebro, el ‘núcleo accumbens’ que trata todas las adicciones. El juego, el sexo, la comida, … todas activan esa región, que también se activa cuando estas enamorado y cuando te rechazan en el amor. El amor romántico es una adicción absolutamente maravillosa y positiva cuando va bien, y una adicción horrible y negativa cuando va mal.
Si lo tratamos como adicción podemos: tirar las cartas que tengamos, no escribir ni llamar, …
–Haz ejercicio, eso activará el sistema de la dopamina y te dará un poco energía, claridad y motivación.
–Sal con amigos.
–Haz cosas nuevas, novedades. Hacer cosas nuevas con gente nueva también activa el sistema de dopamina.
–Un abrazo. Que te den un masaje. Eso activa el sistema de la oxitocina, te tranquilaza.
Lo peor que puedes hacer es quedarte tirado y pensar en ello. Un poco lo tienes que pensar, tienes que entender cuál es el problema para poder olvidarlo.
Esto me recuerda a una frase que dijo una psicóloga en una clase sobre el estrés que impartía esta semana. El tiempo no cura, tienes que hacer cosas para curarte.
Cuanto más tiempo tardes en empezar a hacer cosas, más tardarás en conseguir estar mejor.
Y hay que ser conscientes que en la vida hay dolor, hay sufrimiento y problemas, eso es así, y hay que ser conscientes de ello.
Estamos construidos para amar, para superarlo y volver a amar.

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