La guerra del arte

Este libro, escrito por Steven Pressfield, novelista y guionista estadounidense, autor de varios libros de éxito, nos habla sobre el concepto de Resistencia, aquello que nos impide poder hacer eso que nos define, eso que nos gusta. Habla sobre la creatividad, disciplina y voluntad para poder vencer la resistencia.  

El artista crea algo todos los días de manera metódica, el aficionado en cambio, espera la inspiración.

La mayoría de nosotros tenemos dos vidas. La vida que vivimos, y la vida no vivida dentro de nosotros. Entre las dos se encuentra la Resistencia.

Pressfield describe la Resistencia como la fuerza más tóxica del planeta, ya que nos paraliza y nos hace menos de lo que somos y estamos destinados a ser.

Al comienzo del libro pone el ejemplo de aquellas personas que han sido diagnosticadas de una enfermedad terminal y es entonces cuando cambian su manera de pensar y de vivir, recobrando el sentido de lo que hacen. Por eso se pregunta:

¿Tenemos que ver a la muerte cara a cara para pararnos y hacerle la batalla a la Resistencia? ¿Acaso la Resistencia tiene que destrozar nuestra vida para que despertemos y la reconozcamos?

La resistencia viene de cualquier acto que se oponga a la gratificación inmediata en favor de crecimiento, salud o integridad a largo plazo.

La resistencia parece provenir de nosotros mismos. Nosotros la aplicamos a nuestras parejas, trabajos, jefes, hijos.  Es generada por nosotros y se reproduce a sí misma. La Resistencia es el enemigo interno

La Resistencia es como el Alien, Terminator o el Tiburón de las películas. No puedes razonar con ella. No entiende nada más que el poder. Es un motor de destrucción, programado de fábrica con un solo propósito: prevenirnos de hacer nuestro trabajo.

Tras esta presentación el autor aclara que la resistencia no tiene nada personal contra ti. No sabe ni quién eres y no le importas. Actúa objetivamente y es infalible. Por eso podemos utilizarla a nuestro favor cuando sepamos que está ahí. Cuando algo es importante para nosotros, sentiremos ese miedo que nos paraliza, ahí esta la resistencia.

Pressfield nos invita a encarar este miedo, a aceptarlo, porque el miedo no es malo, nos protege y nos avisa de que algo importante pasa. Pero en vez de postergar lo que vamos a hacer, nos indica que debemos seguir:

“En este preciso momento, podemos cambiar nuestras vidas. Nunca ha habido un momento, ni lo habrá, en el que no tengamos el poder de cambiar nuestro destino. Este preciso segundo, podemos hacer perder a la Resistencia. Este preciso segundo, podemos sentarnos a hacer nuestro trabajo”

“Cualquier cosa que puedas hacer, o piensas que puedes hacer, empiézala. El atrevimiento tiene genio, magia y poder en sí mismo. Empiézalo ahora.” – W.H. Murray, La Expedición Escocesa al Himalaya

La crítica y la envidia

Si te encuentras criticando a otras personas, lo más seguro es que lo estés haciendo por Resistencia. Cuando empezamos a ver a otros viviendo la vida que desean vivir, nos vuelve locos sino lo hemos hecho nosotros mismos. Los individuos que han realizado sus sueños casi nunca critican a otros. Si hablan, lo hacen para ofrecer consejo y palabras de aliento. Obsérvate a ti mismo. De todas las manifestaciones de la Resistencia, la mayoría solo nos dañan a nosotros.

Para explicar el cambio de actitud que podemos experimentar cuando algo grave nos pasa el la vida, toma prestado un diagrama de la mente basado en el modelo de Jung:

«El Ego es la parte de nuestra mente que piensa acerca de nosotros como ‘YO’. Nuestra inteligencia consciente. Nuestro cerebro de todos los días que piensa, planea y corre el show de nuestra vida día con día.» – Jung

El Ser, como Jung lo define, es una entidad de mayor tamaño, que incluye el Ego pero también incorpora la Consciencia personal y la Consciencia Colectiva. Sueños e intuiciones que provienen del Ser.

Cuando estamos a punto de morir, pasamos del Ego al Ser. La consciencia se modifica. El mundo es completamente distinto cuando lo miras a través del Ser. De un momento al otro nos damos cuenta de lo que es realmente importante. Preocupaciones superficiales desparecen, siendo reemplazadas por una perspectiva mucho más profunda.

Este libro no invita a perseguir nuestros sueños de una manera utópica, habla de vencer resistencias y sacar nuestra creatividad y aquello en lo que somos buenos:

No nacemos con opciones ilimitadas. No podemos ser cualquier cosa que queramos ser. Venimos a este mundo con un destino personal y específico. Tenemos un trabajo que cumplir, un llamado que ejercer, un Ser en el cual convertirnos. Somos quienes somos desde la cuna, y estamos destinados a eso. Nuestro trabajo en esta vida no es convertirnos en ese ideal que imaginamos ser, sino encontrar la persona que ya somos y convertirnos en ella. Si nacimos para pintar, es nuestro trabajo convertirnos en pintores. Si nacimos para criar y hacernos cargo de niños, es nuestro trabajo convertirnos en madres. Si nacimos para derrocar el orden la ignorancia y la injusticia en este mundo, es nuestro trabajo darnos cuenta y ponernos a trabajar

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