Comenzaré con una historia.
Hace unos meses, un amigo me presentó una teoría compleja y elaborada sobre la existencia de seres extraterrestres en la Tierra. Me explicó con detalle cómo se habían infiltrado en nuestra sociedad y estaban controlando nuestros pensamientos y acciones. Me pareció increíble e incluso fascinante, pero también muy difícil de creer.
En esa misma semana, por casualidad leí en un post sobre la navaja de Hitchens, una herramienta útil en la discusión y el análisis crítico de ideas y teorías.
La navaja de Hitchens es una frase que fue popularizada por el periodista y escritor británico Christopher Hitchens. Esta navaja afirma: «Lo que se puede afirmar sin evidencia, se puede descartar sin evidencia».
En otras palabras, si no hay pruebas concretas que respalden una afirmación, entonces no se debe dar por cierta.
Este principio es similar a la navaja de Ockham, que afirma que, en caso de haber varias explicaciones posibles para un fenómeno, la más simple suele ser la más acertada. En otras palabras, no se deben hacer suposiciones innecesarias y complicadas para explicar algo.
Ahora bien, ¿cómo podemos aplicar estas navajas en la vida real?
Imaginemos que alguien nos dice que tiene un amigo invisible que siempre lo acompaña y le da consejos. Esto nos parecerá extraño. Podríamos preguntar más sobre el amigo y tratar de entender mejor la situación.
Si la persona nos dijera que su amigo invisible es un extraterrestre que se comunica telepáticamente con él, podemos aplicar la navaja de Hitchens. No hay evidencia que respalde la afirmación, por lo que podemos descartarla sin evidencia.
De manera similar, si alguien nos dice que la razón por la que siempre pierde su llaves es porque un duende las esconde, podemos aplicar la navaja de Ockham. La explicación más simple y plausible es que la persona simplemente las perdió, en lugar de tener que recurrir a la existencia de seres sobrenaturales.
En resumen, la navaja de Hitchens y la navaja de Ockham son herramientas útiles para analizar y evaluar ideas y teorías. Nos ayudan a descartar afirmaciones que carecen de evidencia y a evitar hacer suposiciones innecesarias. Al usar estas navajas, podemos tener una mentalidad más crítica y racional.
