En su libro «el sistema Hanasaki», Marcos Cartagena nos habla de los nueve pilares de la filosofía Japonesa para vivir una vida con sentido.
Estos nueve pilares se sustentan en todos los aprendizajes que el autor ha podido obtener de sus viajes a Japón.
En esta entrada nos centraremos en la que va más acorde con este blog, el Ikigai.
Marcos nos de una pautas para poder descubrir cuál es nuestro propósito en la vida. Y aunque advierte que no hay una fórmula estandarizada para encontrarlo, si que podemos llegar a enfocarnos en su búsqueda.
El autor realiza varias aclaraciones:
- El Ikigai no tiene que ser una gran proeza, no es una competición para llegar más alto. Se trata de encontrar algo que nos llene y saque lo mejor de nosotros mismos.
- No es material: Lo material puede hacer que la vida sea más cómoda, pero no es el fin que buscamos.
- No es algo que se acabe. No es un objetivo que cumplir, es un propósito de vida.
- No es complicado de explicar. Es sencillo porque parte de lo esencial de nosotros mismo, con lo que nos sentimos más a gusto.
- No es definitivo: conforme pasa el tiempo vamos evolucionando, y nuestro Ikigai evoluciona con nosotros también.
- Debemos mantener la mente abierta para poder verlo. Puede que alguna creencia arraigada en nosotros nos impida darle valor a algo que realmente nos hace sentir bien
- Debe estar libre de expectativas: Para descubrirlo, hay que auto conocerse, no vale seguir lo que los demás esperan de nosotros.
- Debes librarte del miedo: Aunque el fin principal del miedo es protegernos, nos puedo llevar a bloquearnos sy no tomar decisiones
- Hay que tener paciencia: Hay que darse tiempo para autoconocernos.

PASO 1: Las tres preguntas que te acercan a tu Ikigai
¿Cuáles son mis fortalezas?
“todas las personas son genios. Pero si juzgamos a un pez por su habilidad para subir a un árbol, vivirá toda su vida creyendo que es un estúpido” A. Einstein
Para responder a esta pregunta podemos valernos de varias herramientas:
- Observarnos y reflexionar sobre cómo actuamos, que cosas nos parecen fáciles, qué cosas nos hacen disfrutar más
- Probar cosas diferentes para ver cómo nos desenvolvemos
- Preguntar a familiares y amigos
¿Cuáles son mis pasiones?
Debemos pensar en esas acciones que nos llenan de energía, con las que entramos en flow.
Para ello también nos valdremos de la autoobservación, intentaremos probar nuevas experiencias y nos rodearemos de gente apasionada.
Pensaremos en los temas que más frecuentemente nos vienen a la cabeza.
Por qué cosas nos sentimos atraídos.
Qué nos gustaba hacer de niños
A que nos dedicaríamos si tuviéramos la vida resuelta
Con qué actividades nos encontramos en paz,…
¿Qué podríamos aportar al mundo?
Pregúntate que problemas te gustaría solucionar, cómo puedes ayudar a otros, que cosas que haces por los demás te hacen sentir bien.
PASO 2: Encontrar los pasos en común
Cuando tengamos toda la información recogida del paso anterior, buscaremos el hilo conductor de todas nuestras respuestas
Una vez que tengamos alguna idea principal, Marcos nos recomienda imaginar cómo nos sentiríamos si nos dedicásemos a ello.
PASO 3: PONLE NOMBRE
EL último paso trata de definir nuestro ikigai en una frase simple.
Los enemigos del Ikigai
En el libro, el autor nos recomienda que tengamos cuidado con varios elementos que pueden ponernos trabas a la hora de encontrar el ikigai
Las distracciones: En ocasiones podemos distraernos para despejar la mente, pero sin abusar.
Los quehaceres diarios
El ocio descontrolado
La mala gestión del tiempo