Hace mucho tiempo, un maestro zen se reunió con su pupilo y dijo: “si veo que tienes un bastón, te lo daré. Si veo que no tienes uno, te lo quitaré”.
Párate un momento a pensarlo.

Es un ejemplo de un famoso elemento del budismo zen: el kòan.
Los koans son preguntas, afirmaciones o diálogos que desafían la lógica y la razón.
En la meditación budista zen, se utilizan como herramientas para llevar a los practicantes a una comprensión más profunda de la naturaleza de la realidad. A pesar de que a menudo son enigmáticos y desconcertantes, los koans también pueden ser fascinantes y entretenidos.
El budismo reconoce la naturaleza ilusoria de lo que consideramos la realidad. Las meditaciones y prácticas del budismo están pensadas para alzar el ilusorio velo, disolver el ego y conseguir la paz más allá de los ornamentos del deseo y el sufrimiento.
El koan ayuda en varias cosas:
-Las paradojas y los acertijos iluminan la falsedad de la “realidad”
-La contemplación silenciosa requerida por un koan crea la quietud y el espacio necesarios para el autodescubrimiento o la revelación.
La mente puede encontrar sentido a cosas que no sabía que se encontraban ahí. Se crean respuestas.
Una forma de practicar los koans es meditar con ellos durante un tiempo determinado. Otra opción es escribir sobre ellos y reflexionar sobre lo que significan para ti. También puedes discutir los koans con otros practicantes o con un maestro de meditación.

Los Koan más conocidos
- «¿Cuál es el sonido de una sola mano aplaudiendo?» Este es uno de los koans más conocidos y se utiliza para desafiar la idea de dualidad y separación.
- «Si te encuentras con Buda en el camino, mátalo.» Este koan es una paradoja que se utiliza para desafiar la idea de la búsqueda y la dependencia de los demás.
- «¿Cuál era tu rostro original antes de que nacieras?» Este koan se utiliza para desafiar la idea del yo y la identidad.
- «Si dices que no lo sé, te daré treinta latigazos; si dices que lo sé, te daré sesenta». Este koan se utiliza para desafiar la idea de conocimiento y humildad.
- «La montaña es la montaña y el río es el río». Este koan se utiliza para desafiar la idea de dualidad y separación, y para señalar que la realidad es una unidad.
La práctica del Koan
Aquí te dejo unos ejemplos, a ver si sacas algo de ellos:
- ¿Cómo es tu cara original antes de nacer?
- Cuando no puedes hacer nada, ¿qué puedes hacer?
- ¿Cuál es el color del viento?
- ¿Cuál es el sonido de una sola mano aplaudiendo?
- «Un día, un monje preguntó a su maestro: ‘¿Cuál es el camino?’ El maestro respondió: ‘La montaña es el camino’.»
- «Si no puedes encontrar el camino, créalo tú mismo».
- «No es el viento que sopla, es la bandera que se mueve».