No es ninguna fabula, de lo que voy a hablaros en esta entrada es de dos teorías, la teoría del pavo inductivo y la teoría del cisne negro.
La teoría del pavo inductivo
Pensemos en la experiencia de un pavo. El animal aprende de la observación, como a todos se nos dice que hagamos.
El pavo, desde que nace, día a día va viendo cómo le alimentan y va creciendo, aumentando su confianza y seguridad en el futuro. Sin embargo, cuanto más seguro se va encontrando, más cerca está de llevarse una sorpresa en la noche de Acción de Gracias… Algo ha funcionado en el pasado, hasta que… inesperadamente, deja de funcionar.
“La misma mano que te da de comer puede ser la que te retuerza el cuello.” (Taleb, 2008).
Los humanos nos empeñamos en investigar las cosas ya sabidas, olvidándonos de lo que desconocemos.

Inducción (Razonamiento inductivo)
La inducción es la forma de razonamiento que utiliza datos concretos para llegar a conclusiones generales.
Esta forma de razonar, tiene un claro problema como hemos visto con el pavo. Nuestra mente está muy orientada a buscar confirmaciones de patrones y sacar conclusiones, pero no nos es tan obvia la facilidad con que se pueden producir excepciones que echen por tierra toda la observación previa.
No podemos demostrar si una hipótesis es verdadera mediante la inducción.
Creer que A es la causa del B ocurre porque si sucede A aparece B y ambos están próximos en el tiempo y en el espacio. Tras muchas reiteraciones se automatiza el pensamiento.
La historia del pavo muestra la irracionalidad de la inducción. No importa cuántos resultados sean verdaderos. pueden llevar igual a una predicción falsa, la ausencia de prueba no es prueba de ausencia.
Para mejorar esta forma de razonamiento estaría bien utilizar el método científico que combina la inducción y la deducción.
Un enunciado es científico si es refutable.
Hay tres formas erróneas de aceptar un enunciado:
1) Aceptarlo sin justificación (dogmatismo)
2) Deducirlo de otros enunciados (Regresión infinita)
3) Justificarlo por la experiencia perceptiva (Psicologismo).
Por ejemplo, todos los cisnes son blancos es una proposición científica porque podemos encontrar un cisne negro que la refute… (y así pasó)
La teoría del cisne negro
La teoría del cisne negro es una metáfora que describe un suceso sorpresivo (para el observador) de gran impacto. Una vez que el hecho pasa, se racionaliza haciendo que parezca predecible o explicable.
Esta teoría la desarrolló Nassim Taleb, y como ejemplos podemos pensar en La primera Guerra mundial, la gripe de 1918, los atentados del 11 de septiembre, el exito de google, internet, incluso el coronavirus.

Identificar un cisne negro
El suceso es una sorpresa (para el observador) algo improbable, atípicos
El suceso tiene un gran impacto, son sucesos extremos.
Después de su primer registro, el suceso se racionaliza como si pudiera haber sido esperado.
Hacer frente a los cisnes negros
Taleb dice que no hay que tratar de predecir sucesos cisne negro, sino construir robustez frente a las actitudes negativas que se producen y poder aprovechar las positivas.
Ya hemos hablado en esikigai muchas veces de los sesgos, haz click aquí si no sabes lo que son. Hay sesgos que nos hacen ciegos a la incertidumbre e inconsistencia de un suceso extraño.
El término cisne negro
El término cisne negro fue creado por el poeta Juvenal, cuya traducción significa un ave rara en la tierra. Cuando la frase surgió, se presumía que el cisne negro nunca existió.
La frase era una expresión común en el Londres del siglo XVI como una declaración de imposibilidad derivada de la presunción en el Viejo Mundo de que todos los cisnes deben ser blancos, porque todos los registros históricos de los cisnes informaron que tenían plumas blancas. En ese contexto, un cisne negro era imposible o por lo menos inexistente.
Después de que una expedición holandesa descubrió cisnes negros en Australia, el término se transformó para denotar que lo que parece imposible puede ser refutado más tarde.
