Laurie Santos es directora del Laboratorio de Cognición Comparativa de Yale. Su curso de “psicología y buena vida”, inicialmente pensado para 250 personas, fue un verdadero éxito, llegando a más de 1200 inscripciones. Después ofreció el curso online “La ciencia del bienestar” volviéndose viral.
Esta claro que la felicidad nos interesa desde hace mucho tiempo y en esIkigai hemos hablado mucho de ella.
En este caso nos vamos a centrar en los consejos que esta profesora da a sus alumnos en el citado curso. Son cinco consejos sencillos fáciles de llevar a cabo.
Laurie menciona que hay cosas muy simples que podemos hacer para mejorar nuestro bienestar, como imitar los cinco comportamientos de las personas felices: socializar, ser altruistas, mostrar gratitud por lo que tenemos, practicar hábitos saludables y meditar”
Laurie Santos resume la felicidad como “sentirse bien y sentirse satisfecho con la vida”
De hecho, la mayoría de cosas que aconseja son muy simples, el problema es que la gente no suele creer que funcionen y no las lleva a cabo.
Santos realizó su estudio de manera muy sencilla. Observó a gente que decía sentirse muy feliz y vió a qué dedicaban su tiempo. Posteriormente cogió a “gente menos feliz” y les hizo comportarse de la misma manera que las personas felices. Tras dos décadas de investigaciones han llegado a la conclusión de que copiar los comportamientos de la gente feliz te hace más feliz.

1-Socializar: Todos los estudios sugieren que las personas felices pasan mucho tiempo con otras personas y sobre todo con gente que les importan. Una de las tareas de los alumnos de Laurie es llamar por teléfono a una persona querida con la que hace mucho tiempo que no hablan.
2-Hacer algo por lo demás: La segunda tarea de sus alumnos fue dedicar tiempo a realizar buenas acciones. Hay experimentos sociales en los que se observa que produce mayor bienestar el gastar un dinero en regalar algo a alguien que en gastártelo en ti mismo.
3-Agradecer lo que tenemos: A menudo pensamos que la felicidad viene al obtener algo, pero los estudios muestran que suele surgir al apreciar lo que se tiene. Normalmente cuando quedamos con alguien solemos pasar más tiempo en comentar las cosas que no nos van bien. Aunque esté bien el desahogarse, hay que ser capaces de valorar todo lo bueno que tenemos.
En este punto hay que observar también la tendencia que tenemos a compararnos con los demás. Nuestro cerebro suele pensar en términos relativos . Es decir, en vez de pensar en lo que cobramos en general, lo hacemos comparándonos con el que cobra más. Si miramos Instagram nos compararemos con la famosa, el que está de vacaciones o el que saca sus pertenencias a pasear.
Nos dejamos llevar por nuestros sesgos pesimistas pensando que a todo el mundo le va mejor de lo que les va y a nosotros nos valoramos peor.
4-Crear hábitos de vida saludables de ejercicio, alimentación y sueño: Hemos hablado hasta la saciedad de este punto, así que no nos extenderemos. La falta de sueño y el sedentarismo aumentan los niveles de cortisol y nos llevan a estar peor en todas las esferas de nuestra vida.
5-Centrar la mente en el “Aquí y ahora”: Se ha demostrado que pasamos casi la mitad del tiempo pensando en cosas que no pertenecen al presente, y eso nos hace infelices. El tiempo que pasamos divagando nos aleja de la felicidad.

Una de las mejores formas de centrarnos en el presente es dedicar unos cinco minutos al día a meditar. Lo normal es que nuestra mente se ponga a divagar cuando no estamos prestando atención, pero esas regiones del cerebro se vuelven cada vez menos activas cuanta más meditación practicas
La felicidad está relacionada con el bienestar y la satisfacción respecto a nuestra vida. No se trata de sonreír siempre, ser positivo y ya está. Las emociones negativas son parte de la vida, son parte de ese sentimiento de satisfacción con la vida.
La psicóloga social Gabrielle Oettingen realizó varios estudios que muestran que si intentas llegar a tus metas únicamente siendo positivo, como aconsejan muchos libros, te alejas aún más de ellas. La positividad está bien, pero cuando tienes un problema real, cuando te enfrentas a un verdadero obstáculo, hay que afrontarlo. Y a veces ese afrontamiento viene acompañado de emociones negativas. No se pueden dejar de lado.
